-No me dejaras sola. Estarás siempre cerca ¿No es cierto? ¿Para protegerme?- Le dije
-¡Miren quien necesita protección!- Me dijo riéndose y en seguida callo, pues yo la estaba mirando y una ultima luz me moría sobre la boca, deslizándose en la nariz, y en los ojos de pronto, muy hundidos.
-Siempre estarás conmigo ¿Eh?- Le repetí, escondiendo mi miedo con una sonrisa. Le sople encima solo un poco de aire tibio, y la sangre se le animo de nuevo a ella con las viejas y familiares respuestas:
-SI, SABES QUE SI- Me sonrío.
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